En 2 Timoteo 3, el apóstol Pablo advierte sobre los tiempos difíciles que vendrán en los últimos días. No se refiere aquí a tiempos malos, calamidad, guerras, hambre o enfermedades. Pablo se refiere aquí a personas malas con evidentes problemas de carácter espiritual y psicológico.
Pablo, inspirado en el espíritu santo, sabía perfectamente que en el futuro la maldad se instalaría en todos los rincones del planeta. Sabía que una parte de la humanidad llegaría a un estado de degradación, inmoralidad e insensibilidad de manera que serían un peligro para todos.
Jamás en la historia vimos tanto egoísmo, desprecio y frialdad de unos hacia otros. Estos pecados se perciben incluso dentro de la familia de sangre. De hecho Jesús dijo que una las señales del fin de los tiempos sería que el amor de muchos se iba a ENFRIAR… por haberse multiplicado la maldad (Mt 24:12).
Amadores de sí mismos
A partir del versículo 2 el apóstol presenta una lista de rasgos de carácter que inicia curiosamente -fíjese usted- con los narcisistas, quienes desde su entendimiento en el momento definió como “hombres amadores de sí mismos”.
“También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrán hombres amadores de sí mismos…(2 Timoteo 3.1-2).
La expresión “amadores de sí mismo” en griego es la palabra “Filautía”, que hace referencia al amor propio pero de manera egoísta y excesiva, enfocado en el yo.
Evidentemente Pablo se estaba refiriéndo aquí a narcisistas. Obviamente el texto no dice narcisistas pero aplica perfectamente como un sinónimo. Es hasta este tiempo que la revelación cobra ese sentido. Cuando el apóstol escribió estas palabras estaba lleno del Espíritu Santo y su intención era advertinos de alguna manera de que en el futuro (o sea hoy) estaríamos rodeados de este tipo de personas, representando un peligro para todos debido a su conducta egocéntrica, impía y amoral.
Si los “amadores de sí mismos” encabezan la lista de personas trastornadas es porque posiblemente este se trate del perfil más peligroso de este tiempo.
Características de un amador de sí mismo
En términos sencillos el “amador de sí mismo” o narcisista es una persona extremadamente egoísta y falto de empatía. Se auto percibe como un ser especial y perfecto. En su fachada puede ser un ser encantador pero su altivez, orgullo, soberbia y ambición lo delata. Son personas altamente controladoras, manipuladoras y sensuales. Astutas y maestras del engaño. En conclusión son persona afectadas espiritual y psicológicamente.
A estos evita
El Señor, en el versículo 5 por medio del apóstol Pablo nos manda a evitar a este tipo de personas. Evitarlos significa impedir que ocurra una cosa desagradable o molesta, especialmente, una desgracia. Evitar pareciera una simple recomendación pero no. Además de ser un consejo muy práctico es una recomendación que tiene que ver con nuestra sanidad interior. Evitar también significa esquivarlos y continuar con nuestra vida.